Según Cointelegraph, El Salvador persiste en expandir sus reservas de Bitcoin (BTC), a pesar de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que requiere que el país deje de usar fondos públicos para compras de Bitcoin. Datos recientes de la Oficina de Bitcoin de El Salvador revelan que la nación adquirió siete BTC adicionales en la última semana, aumentando sus tenencias totales a 6,173 BTC, valoradas en más de 637 millones de dólares. Esta estrategia de adquisición continúa sin cesar meses después de que se finalizara el acuerdo con el FMI, lo que indica el compromiso de El Salvador con su plan de acumulación de Bitcoin.

El Salvador se destaca como uno de los pocos países que compran Bitcoin activamente a través de operaciones en el mercado abierto. Este enfoque se considera un modelo potencial para otras naciones que consideran establecer reservas estratégicas de Bitcoin, como lo han señalado ejecutivos de la industria. El país centroamericano firmó un acuerdo de préstamo de 1.4 mil millones de dólares con el FMI en diciembre de 2024, que incluía condiciones como derogar la ley de moneda de curso legal de Bitcoin y hacer que los pagos en Bitcoin fueran voluntarios. El acuerdo también requería que El Salvador redujera sus compras de Bitcoin y privatizara la Chivo Wallet, una billetera digital financiada por el estado que tenía una adopción limitada entre los residentes.

En enero de 2025, los legisladores de El Salvador derogaron la ley de moneda de curso legal de Bitcoin con una votación de 55 a 2 en el Congreso. Sin embargo, este cambio legislativo no disuadió las adquisiciones de Bitcoin en curso del país. En marzo de 2025, el FMI reiteró su solicitud para que El Salvador detuviera las compras de Bitcoin, enfatizando los términos originales del acuerdo. A pesar de esto, el presidente Nayib Bukele ha resistido estas demandas, afirmando que el país continuará su estrategia de compra de Bitcoin. La postura de Bukele se mantiene firme, ya que declaró en una publicación en redes sociales del 4 de marzo que la acumulación de BTC persistirá, independientemente de las presiones externas del FMI u otras entidades.