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Los hijos (y el nieto) del recién jubilado Warren Buffett no heredarán sus 140.000 millones de euros, pero tendrán 10 años para decidir su destino

"Los padres desmesuradamente ricos deberían dejarle a sus hijos lo suficiente para que puedan hacer cualquier cosa, pero no lo suficiente para que no puedan hacer nada", defendía el genio financiero en una de sus famosas cartas poco antes de su retiro.

El genio financiero Warren Buffett se ha jubilado al fin, con 94 años y una fortuna de 140.000 millones de euros en acciones de Berkshire Hathaway, la compañía de la que hasta ahora ha sido presidente. Y que sigue contando en el consejo de administración con dos de sus hijos: Susan Alice y Howard Graham. Ellos y su hermano Peter –nacidos del primer matrimonio de Buffett con Susan Thompson– saben desde hace décadas que no heredarán ni el 1% de ese dinero. Pasará por sus manos, y serán los responsables de administrarlo en causas benéficas. Con un plazo de 10 años para trazar un plan y designar posibles sucesores (los tres hermanos tienen 71, 70 y 67 años, respectivamente) “que no tienen por qué ser miembros de nuestra familia”, aseguró Buffett en 2024: “no pretendo crear una dinastía o marcar un plan que vaya más allá de mis hijos”.

Es una decisión que Buffett, defensor como su amigo Bill Gates de que los milmillonarios no leguen sus fortunas a sus hijos, tomó hace décadas. Y que defendió en una de sus famosas cartas anuales, en la que explicaba que sus hijos habían recibido 10 millones de dólares en 2004, tras la muerte de Thompson, “la primera gran suma que les habíamos dado”. Buffett explicaba que los dos progenitores tenían “la creencia de que los padres desmesuradamente ricos deberían dejarle a sus hijos lo suficiente para que pueda