En un contexto económico global marcado por la inflación persistente, las tensiones geopolíticas y los temores crecientes de una posible recesión, la narrativa de Bitcoin como un "refugio seguro" está sido promovida con fuerza. Tradicionalmente, activos como el oro han desempeñado este papel en tiempos de incertidumbre. Sin embargo, Bitcoin, con su oferta limitada y su naturaleza descentralizada, se presenta como una alternativa moderna y potencialmente más atractiva para una nueva generación de inversores. ¿Propaganda o realidad? Bueno, ya lo veremos.

Un indicador clave que merece nuestra atención es la creciente dominancia de Bitcoin en el mercado de las criptomonedas, que actualmente se sitúa en un impresionante 65%. Este fenómeno sugiere que el capital está fluyendo hacia Bitcoin a un ritmo mayor que hacia las altcoins (criptomonedas alternativas).

Históricamente, un período de alta dominancia de Bitcoin a menudo precede a una "altseason", una temporada alcista en la que las altcoins experimentan ganancias significativas, a veces incluso superando el rendimiento de Bitcoin.

Esto se debe a que, después de que Bitcoin experimenta un crecimiento sustancial, los inversores suelen buscar oportunidades de mayor rendimiento en proyectos con menor capitalización de mercado y mayor potencial de crecimiento (aunque también con mayor riesgo).