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Hoskinson compartió detalles sobre el despliegue de una testnet que incluirá miles de agentes de IA interactuando entre sí, en un esfuerzo por medir el rendimiento del protocolo Ouroboros Leios antes de su implementación completa.

Esta nueva fase del desarrollo busca evaluar aspectos clave como la velocidad de procesamiento y la resiliencia de la blockchain Cardano, todo ello sin necesidad de poner en riesgo activos reales o usuarios.

Lo interesante de este enfoque es la aplicación de la inteligencia artificial para realizar tareas complejas, como la toma de decisiones rápidas y la adaptación a entornos cambiantes.

Estos agentes de IA utilizarán algoritmos avanzados de aprendizaje automático para procesar y evaluar información en tiempo real, lo que permitirá identificar posibles fallos o cuellos de botella antes de que ocurran en el mundo real.

Además de estas pruebas de estrés, la iniciativa podría abrir nuevas posibilidades para las aplicaciones descentralizadas (DApps) de Cardano, permitiéndoles aprovechar el comercio de alta velocidad impulsado por IA.

Esta integración promete acelerar el rendimiento de la red y mejorar su competitividad dentro del ecosistema DeFi.