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María, una mujer salvadoreña, ha demostrado una perspectiva financiera que desafía las instituciones tradicionales. Durante ocho años, impulsada por su hijo, María ha estado ahorrando en satoshis, la unidad más pequeña de bitcoin. Su visión va más allá de los límites impuestos por el Fondo Monetario Internacional y los gobiernos convencionales, buscando construir un futuro financiero sin las restricciones de estos entes.
A través de Bitcoin, María ha encontrado una forma eficiente y económica de enviar remesas a El Salvador, fortaleciendo los lazos familiares sin incurrir en los costos asociados a los sistemas tradicionales. Su adopción de esta criptomoneda la sitúa como parte de un pequeño porcentaje de personas en El Salvador que utilizan billeteras digitales para estas transacciones.
La historia de María resalta cómo Bitcoin puede ofrecer alternativas a las soluciones financieras convencionales, especialmente para aquellos que se encuentran fuera de los sistemas bancarios tradicionales. Su trayectoria simboliza una búsqueda de libertad financiera, tomando el control de sus ahorros y transacciones, al margen de las políticas y regulaciones de la banca tradicional y las instituciones globales.
Aunque no se especifica la cantidad exacta que María ha ahorrado en bitcoin, su historia ilustra el potencial de esta criptomoneda como una herramienta de ahorro y transferencia de valor, independiente de las estructuras financieras tradicionales. Su experiencia sugiere que, para ella, el valor y la utilidad de Bitcoin superan las propuestas del FMI y los gobiernos.
