Recientemente, en Estados Unidos se han intensificado las discusiones sobre la posibilidad de crear una reserva estratégica de Bitcoin. En julio de 2024, el presidente estadounidense, Donald Trump, emitió una directiva para formar un grupo de trabajo sobre activos digitales, encargado de estudiar la posibilidad de crear dicha reserva, centrándose en las criptomonedas confiscadas por las autoridades federales. Se espera que el equipo presente su informe en julio de 2025, abordando los criterios y mecanismos para establecer esta reserva.
Una reserva estratégica se define como un stock de recursos esenciales mantenidos para su uso en casos de emergencia o de interrupciones del suministro. Un ejemplo destacado de esto es la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos, que se creó después del embargo petrolero árabe de 1975. En el caso de Bitcoin, se propone que la reserva consista en criptomonedas confiscadas, que actualmente se estiman en alrededor de 200.000 Bitcoins, con un valor de alrededor de 21.000 millones de dólares a precios actuales. Los mecanismos legales para transferir este stock del Ministerio de Justicia a la reserva estratégica aún no han sido determinados.
Entre las propuestas planteadas en este contexto está la iniciativa de la senadora republicana Cynthia Lummis, quien propuso en julio de 2024 un proyecto de ley que pretende que el Tesoro estadounidense compre 200.000 bitcoins anualmente durante cinco años, lo que elevaría el stock a 1 millón de unidades, lo que representa alrededor del 5% del suministro mundial total de bitcoin. Se propone financiar estas compras con las ganancias generadas por los depósitos de los bancos en la Reserva Federal y el oro que poseen.
Los defensores argumentan que tener una reserva estratégica de Bitcoin podría permitir a Estados Unidos dominar el mercado global de criptomonedas y reducir su déficit fiscal sin aumentar los impuestos, impulsando el estatus del dólar estadounidense. Por el contrario, los escépticos señalan que Bitcoin no tiene un valor intrínseco como los recursos tradicionales y se caracteriza por fuertes fluctuaciones de precios, lo que lo convierte en una opción arriesgada como activo de reserva. Además, las billeteras digitales siguen siendo vulnerables a los ataques cibernéticos, y cualquier venta o compra por parte del gobierno puede afectar significativamente los precios de Bitcoin debido a su alta volatilidad.
Vale la pena señalar que estos debates no se limitan únicamente a Estados Unidos, sino que se extienden a otros estados americanos. Ocho estados ya han presentado proyectos de ley que proponen la creación de reservas de criptomonedas, y estados como Texas y Florida buscan tomar medidas similares. Esta medida tiene como objetivo fortalecer la posición de Estados Unidos como la capital mundial de las criptomonedas.
En conclusión, mientras continúan estos debates e iniciativas, la cuestión de la viabilidad de crear una reserva estratégica de Bitcoin sigue siendo un tema de investigación y análisis, teniendo en cuenta las posibles ventajas y riesgos asociados a este enfoque.
#لا_إله_إلا_أنت_سبحانك_اني_كنت_من_الظالمين
#استغفر_الله_العظيم_وأتوب_إليه