En los últimos años, la tensión en torno a Taiwán ha ido en aumento, convirtiendo la isla en uno de los puntos más candentes de la geopolítica mundial. Mientras la comunidad internacional, incluidos los Estados Unidos, monitorea de cerca los acontecimientos, la República Popular China parece estar intensificando su preparación para una posible resolución coercitiva de la "cuestión taiwanesa". Esto genera una profunda preocupación por la paz y la estabilidad en la región Indo-Pacífica y más allá.