El rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 30 años superó el 5% por primera vez desde el 9 de abril, alcanzando un máximo intradía del 5,011% en medio de renovadas preocupaciones sobre la estabilidad fiscal estadounidense. Este aumento se produce tras la rebaja de la calificación crediticia estadounidense por parte de Moody's, que citó el aumento de los déficits y el incremento de los gastos por intereses como riesgos clave para la sostenibilidad de la deuda soberana.
Los rendimientos a largo plazo aumentan a medida que los inversores reaccionan a la rebaja de la calificación crediticia
La decisión de Moody's de retirarle a Estados Unidos su calificación crediticia AAA ha generado alarma entre los inversores globales. La agencia de calificación señaló los elevados déficits federales y el rápido crecimiento de los pagos de intereses como las principales razones de la rebaja. El último aumento comparable en los rendimientos a largo plazo se produjo durante la "rabieta arancelaria" a principios de abril, cuando la tensión en el mercado de bonos provocó fuertes correcciones en las acciones y los activos digitales estadounidenses.
Según Jim Bianco, director de Bianco Research, «La última vez que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 30 años cerró en o por encima del 5 % fue el 31 de octubre de 2023. El rendimiento de cierre más alto en la historia reciente fue del 5,11 % el 19 de octubre de 2023, el nivel más alto desde julio de 2007». El rendimiento actual se sitúa solo 12 puntos básicos por debajo de ese hito.

Cambio en las tenencias extranjeras: el Reino Unido supera a China como el segundo mayor tenedor de bonos del Tesoro.
En medio de la fluctuación de los flujos globales de capital, el Reino Unido superó a China en marzo de 2025 y se convirtió en el segundo mayor tenedor extranjero de bonos del Tesoro estadounidense, con tenencias totales de 779.300 millones de dólares, solo por detrás de Japón. Tanto China como Japón han reducido progresivamente su exposición a la deuda estadounidense en los últimos 12 meses, lo que indica una disminución de la demanda internacional de bonos soberanos estadounidenses.
Esta disminución de la participación extranjera subraya la creciente necesidad de que Estados Unidos atraiga nuevos compradores nacionales o institucionales para absorber la creciente emisión de bonos, en particular a medida que aumentan los déficits fiscales y aumenta la oferta de bonos del Tesoro.
El sentimiento de aversión al riesgo se profundiza en los mercados
La ola de ventas en el mercado de bonos se ha extendido a otros activos de riesgo. Los futuros del Nasdaq cayeron aproximadamente un 2%, lo que refleja la creciente cautela de los inversores. Mientras tanto, Bitcoin (BTC), que cotizó cerca de los 75.000 dólares durante el pico de rendimiento de abril, se ha recuperado desde entonces hasta los 103.000 dólares, tras alcanzar los 106.000 dólares durante el fin de semana.
El aumento de los rendimientos, las elevadas expectativas de oferta y la disminución de la demanda externa representan, en conjunto, un entorno macroeconómico complejo para las autoridades estadounidenses. La presión continua sobre los tipos de interés a largo plazo podría afectar las condiciones de financiación, las valoraciones de las acciones y los flujos de activos digitales en los próximos meses.