Según BlockBeats, OpenAI envió una carta de 11 páginas a la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca el 27 de octubre, solicitando garantías de préstamo y financiamiento directo para el desarrollo de infraestructura de IA. Sin embargo, solo diez días después, el CEO Sam Altman declaró públicamente en las redes sociales que "OpenAI no necesita ni quiere garantías gubernamentales," enfatizando que "los contribuyentes no deberían asumir el costo de las malas decisiones empresariales de las compañías."
Anteriormente, la directora financiera de OpenAI, Sarah Friar, mencionó en un evento del Wall Street Journal que las "garantías" federales podrían reducir los costos de financiamiento para la infraestructura de IA. Sus comentarios fueron rápidamente retractados tras la controversia. Este incidente ha reavivado las preguntas sobre la transparencia de Altman, recordando su breve despido en noviembre de 2023 debido a la "candidez inconsistente."
