Según ChainCatcher, el periodista del Wall Street Journal, Nick Timiraos, afirma que la política actual de tasas de interés de la Reserva Federal tiene como objetivo mantener una inflación baja y estable, en lugar de gestionar el gasto de préstamos federales. La tasa de inflación se ha acercado al objetivo del 2% de la Reserva Federal, pero aún no se ha alcanzado por completo.
Una reducción de tasas demasiado temprana podría desencadenar nuevamente la inflación, y los economistas prevén que el aumento en los costos de importación llevará a las empresas a aumentar los precios. La Reserva Federal está preocupada de que la tasa de inflación podría volver a saltar a más del 3% en un año.
Un tiempo de espera prolongado podría conducir a la incertidumbre económica y al aumento de los costos arancelarios, lo que presionaría las ganancias de las empresas y llevaría a despidos. La desaceleración del mercado inmobiliario muestra que el aumento de los costos de préstamos sigue siendo un obstáculo económico.
El conflicto en Oriente Medio podría revertir la caída de los precios de la energía, aumentando la incertidumbre sobre los choques de suministro, lo que refuerza la justificación de la Reserva Federal para mantener las tasas de interés sin cambios.