Según informes de Wu, los legisladores de ambos partidos en Estados Unidos intentaron incluir en la (Ley CLARIDAD) una disposición que prohíba al presidente, vicepresidente, miembros del Congreso y sus familias involucrarse en negocios de criptomonedas durante su mandato, en respuesta a las preocupaciones sobre los intereses criptográficos de Trump. Aunque el lenguaje del borrador ya hacía referencia a normas financieras existentes para evitar acusaciones específicas, la Casa Blanca vetó la propuesta en una etapa crucial, lo que llevó a un estancamiento en las negociaciones.