Según Cointelegraph, Stripe ha adquirido Privy, desarrollador de infraestructura de monederos de criptomonedas, por un monto no revelado. Esta adquisición subraya el creciente enfoque del procesador de pagos global en los activos digitales. Privy anunció en redes sociales que continuará operando de forma independiente dentro del ecosistema de Stripe, manteniendo su compromiso de desarrollar para desarrolladores en plataformas de criptomonedas con recursos y flexibilidad mejorados.
Bloomberg informó inicialmente sobre la adquisición, aunque los detalles financieros aún no se han revelado. Privy, aunque no es ampliamente reconocido en la industria de las criptomonedas, proporciona una infraestructura esencial para las empresas que desarrollan monederos digitales. La compañía afirma que su tecnología respalda más de 50 millones de monederos digitales a nivel mundial. Esta decisión se alinea con el renovado interés de Stripe en el sector de las criptomonedas, en particular en el mercado de las stablecoins, cuyo valor supera los 250 000 millones de dólares.
Seis años después de retirarse de las criptomonedas, Stripe tuvo un regreso significativo el pasado octubre al permitir a los comerciantes aceptar pagos con stablecoins a través de USDC. Desde entonces, la expansión de Stripe hacia los pagos con stablecoins se ha acelerado, con cuentas de stablecoin disponibles para clientes en más de 100 países. Desde el 7 de mayo, los usuarios de Stripe pueden enviar y recibir stablecoins vinculadas al dólar estadounidense de forma similar a las transacciones bancarias tradicionales.
John Collison, cofundador y presidente de Stripe, comentó a Bloomberg que los bancos están cada vez más interesados en integrar las monedas estables en sus productos. "Los bancos también están muy interesados en cómo integrarlas en sus ofertas de productos", declaró Collison. A pesar del rápido crecimiento del mercado de las monedas estables, no todos están convencidos de que los bancos tradicionales las adopten rápidamente.
El profesor de la Universidad de Nueva York, Austin Campbell, expresó recientemente su preocupación por el pánico que está generando el lobby bancario estadounidense ante las monedas estables con rendimiento, lo que podría perturbar el modelo de negocio del sector. Campbell sugiere que los bancos temen que su negocio se vea perjudicado si las monedas estables empiezan a ofrecer intereses, lo que supone un desafío para las prácticas bancarias tradicionales.