Según Cointelegraph, el acuerdo comercial entre el presidente estadounidense Trump y el Reino Unido ha impulsado la confianza en los mercados globales, beneficiando a Bitcoin. Sin embargo, la relajación de las regulaciones en la industria de criptomonedas por parte del gobierno de Trump ha suscitado preocupaciones sobre la concentración de poder.
Las criptomonedas fueron diseñadas para la gente común, pero las políticas del gobierno de Trump parecen favorecer a una minoría de élites. La empresa de criptomonedas de la familia Trump, World Liberty Financial, lanzó una moneda estable y la relajación de regulaciones le ha beneficiado.
Los críticos advierten que el entusiasmo de Trump por las criptomonedas es una estrategia comercial, la llegada al mercado de 'monedas políticas' asociadas a políticos podría llevar a una nueva concentración de poder.
El gobierno de Trump se autodenomina liberador de blockchain, pero el resultado se asemeja más al capitalismo, dejando a los inversores comunes en una posición desfavorecida. Los grupos no bancarizados necesitan una verdadera revolución financiera, no criptomonedas politicizadas.