es una técnica de trading súper rápida y dinámica, ideal para quienes aman la acción constante. Básicamente, se trata de aprovechar pequeños movimientos del mercado, abriendo y cerrando operaciones en minutos o incluso segundos. El objetivo es sacar pequeñas ganancias que, al sumarse muchas veces al día, pueden dar un buen resultado. Eso sí, requiere concentración total, buena conexión a internet y una plataforma ágil. Muchos scalpers usan gráficos de 1 a 5 minutos y se apoyan en indicadores como el RSI, las medias móviles o el MACD. No es para cardíacos, porque el ritmo es intenso. Pero si te va la adrenalina y sabes manejar el riesgo, puede ser una estrategia muy rentable. ¿La clave? Disciplina, rapidez y no dejarse llevar por las emociones.